sábado, 27 de enero de 2007

Margaret María Sosa Alvarado

Perfil



Por Alexandra Santana


La poeta, la actriz, como la llaman sus amigos, es artista de alma y espíritu. Margaret María Sosa Alvarado es un instrumento del arte, las letras, el teatro y el canto. Es artista de vocación. Vive y disfruta el arte a plenitud.

“El Opúsculo del Crepúsculo Azul” es su primer bebé, su primer proyecto escrito publicado en la Feria del Libro 2004, en el Pabellón de Autores Dominicanos. Se trata de una recopilación de poemas que, con la dulce melodía de los versos, disfrazan los sufrimientos de la humanidad y los de Margaret.

A los 15 años, mientras estudiaba teatro, en la Escuela de Arte Dramático, vendía periódicos. La dificultad de conseguir un empleo y la necesidad de subsistir no lo consideró un prejuicio. Se dedicó a esta labor desde el 2000- 2003. También distribuía sus propios poemas para dar a conocer su trabajo, entre la gente, y para ganarse unos “pesitos”, porque se embarcó sola en este sueño, en esta burbuja de colores o a blanco y negro, que se llama arte.

Margaret María Sosa Alvarado nació el 17 de enero de 1983. Creció en una familia matriarcal. La mayor de cuatro hermanos. Su madre la considera loca, por pretender ser artista. Sin embargo, es la única persona que suele asistir a sus presentaciones de teatro. Doña María Sosa arroja sus libros de poesía a la basura, pero se jacta orgullosa, con los amigos y vecinos, de que su hija es escritora. Una relación de odio – amor, que llevó a Sosa a vivir sola. A alquilar un departamento y decorarlo a su estilo, con los colores de su preferencia; con los matices de su predilección.

Su padre nunca ha estado en su vida. De él sólo recuerda una figura masculina que le da motivos para escribir. Así es que se sumerge en la soledad de su hogar para inspirarse y redactar sobre la vida, la muerte y el amor, los tres grandes pilares y la razón de vida de la humanidad.

“Una mujer es una mujer” se titula su próximo libro de poemas, sobre la psicología de las mujeres. La mujer retratada desde diferentes puntos de vista. Cuenta historias con un matiz dramático y social.

En el teatro, dirigió y actuó en “Vértigo en Otoño”, presentada durante el Festil de Teatro, de la Escuela de Arte Dramático, en el 2003.

Ha trabajado como coordinadora de salas en las Ferias del Libro celebradas en el país, y coordinadora del Pabellón de Autores Dominicanos. Colabora en el departamento de Eventos Especiales, en la Secretaría de Estado de Cultura. Es coordinadora Técnica del reciente Festival Internacional de Teatro.

Extrovertida y feliz, aparentemente. Es un caparazón frágil, propenso a romper en llanto. Propenso a secarse, decepcionada de este mundo hostil, donde el prototipo de “Greta Garbo” tiene prominencia en el arte. Llora porque la gente no valora el esfuerzo en vida, no valora el talento, no valora lo que haces en el momento. Por que tienes que morir para se fijen en lo que haces. El artista comienza a vivir cuando su cuerpo ha muerto.

Realiza lo que le gusta, pero no a plenitud. Lo hace a medias, porque el dinero que se obtiene en esta profesión no es suficiente. El dinero es quien ha venido a fastidiar el arte, a pervertirlo. Y en ese afán, el artista va perdiendo magia, va dejando migajas de sus sueños sobre el camino y va cambiando de ruta.

Margaret María es definida como un ser paradójicamente racional. Dividido en dos mitades, la Margaret que tiene carencias económicas y debe suplirlas, y su “Yo” interior que no necesita alimento, ni vestido, que se nutre de poesía, de alma, de espíritu, de amor y de pasiones humanas. Pero en el camino, ella ha aprendido a camuflagearse.

Es un secreto a voces que no quiere ser gestora, ni coordinadora, ni técnica, quiere ser artista, pero la humana necesidad esconde el “Yo” y saca a relucir la Margaret que lucha para conseguir un puesto de trabajo vinculado a las artes. La Margaret que tiene que imponerse y batallar para que la consideren y la valoren. Habla con seguridad, permanece firme y levanta el rostro para insistir y persistir por algo. La precaria estabilidad que ha conseguido, a nivel profesional, se debe a esas cualidades intrínsecas, optimistas, que brotan como raíces de su piel mulata chocolateada.

Estudia Historia y Crítica de arte en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Se instruye en música para afinar el oído y volver a componer canciones rebeldes, con una lírica similar a la de Gloria Trevi. Transita por la vida con una mochila de sueños sobre la espalda, que le inspiran a continuar.

Los amigos del teatro la definen como un ser libre, independiente, fantástico y dual. Es un personaje conocido en las presentaciones teatrales. Se la ve en las puestas de circulación de libros, exposiciones de pintura, fotografía y conciertos en ambientes bohemios.

Ella ama vivir y sufre en el intento, por los prejuicios, las carencias y los obstáculos. Pero el amor le ha dado muy buenos poemas, le ha contado secretos que convierte en versos, y la hecho sufrir. “Sin dolor, no te haces feliz”, dice la canción, y esa mezcla, de dolor y amor a la vez, es lo que la ha hecho más poesía, más humana y menos Margaret.

No hay comentarios: