sábado, 24 de marzo de 2007

Clave, un semanario analítico

Crítica
Leer cada artículo de este periódico es como una travesía donde se recupera las historias completas, y donde ya lo rápido y la infame adicción a informar por informar pasan a un tercer plano.


Judith Rodríguez

En las páginas de Clave encontramos palabras profundas que más que informar al lector, llevan a tomar una posición crítica sobre los procesos sociales en República Dominicana.

Cada trabajo periodístico del semanario, por lo general, se acopla al género del reportaje. Ya el hecho ocurrido en el transcurso de la determinada semana, sobrepasa la definición de tiempo y se convierte en una información atemporal y no esporádica.

Los temas seleccionados y calificados como “los más sustanciosos de la semana”, dejan de ser simples eventos ocurridos en la cotidianidad dominicana. No, en Clave la investigación profunda, basada en la purificación de los datos concretos, las pruebas casi tangibles y desglosadas por el periodista son parte fundamental de cada trabajo publicado.

Éste periódico de 48 páginas, de las cuales alrededor de 46 (cantidad que puede variar con cada edición) son de información sustanciosa y análisis puro, ya que las situaciones políticas, económicas, sociales y culturales dejan las características comunes que por lo general, adquieren en el diarismo dominicano y se van por lo que es de menos dominio público. “Clave no pretende ser un resumen de la semana”, expresó el editor de opinión y lectores del semanario, Rafael Núñez Grassals, cuando explicaba que ésta busca interpretar desde un enfoque distinto ciertos sucesos, seleccionados de manera meticulosa, que lleven al lector a cuestionar cosas, a adquirir conciencia sobre otras y a familiarizarse con la idea de que detrás de cada acontecimiento existen hechos más profundos que intervienen de forma directa o indirecta en la manera en que manejamos nuestra sociedad. Por lo tanto, se podría utilizar éste semanario como una fuente informativa de colección con verdadero peso analítico, e incluso, muchas de las propuestas periodísticas podrían adquirir carácter de ensayo.

El espacio en cada página es conquistado, casi por completo, de información. Cada artículo, noticia de actualidad o reportaje posee pequeños recuadros en la parte superior de la página que tiende a aligerar un poco lo denso del resultado investigativo. Según diversas opiniones de lectores de Clave, éstos recuadros que se adaptan a cada tópico, resultan interesantes porque atrapan al lector, quien luego y de modo inconsciente los absorbe. Un ejemplo de ello es la sección Actualidad Política, del número 49 de Clave, en el reportaje de los Cadáveres de guerrilleros del 73. En este, la cronología de febrero de 1973 en la parte superior de la sección arroja de modo sencillo nociones bien sintetizadas de la historia dominicana.

Paréntesis:

La portada de Clave, a diferencia de otros medios de prensa escrita, está limpia de anuncios publicitarios que contaminan el espacio de lectura del que lo hace. Estos no entorpecen el proceso, ya que están distribuidos de forma tal, que las imágenes publicitarias en ocasiones pasan desapercibidas. La publicidad no hace competencia con la información, o con los principales titulares.

Sus titulares son una mezcla de creatividad, arrojo y peso informativo. Desde ellos el objetivo del periódico se visualiza: “Encontrar ejes que hagan reflexionar a la gente”, como bien lo expresó Rafael Núñez Grassals.

Secciones como “Quéjese”, “Pregunte” y “Cartas”, son muestra de la faceta integradora que el semanario contiene. La forma de manejar estas áreas invita a que el lector lo haga, se decida y exprese lo que desea expresar. En estas manifestaciones sale a relucir que el tipo de público que consume a Clave es uno pensante y al igual que el medio descrito, osado.

Con cada lectura te encuentras algo nuevo, pues es tanta la cantidad de información que a veces para el lector resulta difícil abarcarlo todo.

Romper con las barreras de la información es el objetivo que desenterramos con la primera lectura de Clave. Barreras que no permiten la verdadera integración del ciudadano a los procesos sociales. Clave llega para llenar ese espacio vacío en los medios, donde la labor periodística se quedaba a medias, pues las informaciones no pasaban a ser más que expresiones de unos que dicen y otros que responden, y no datos lanzados con una visión más abarcadora, donde el periodismo se convierte en una verdadera herramienta de cambio, un poco más contestataria.

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